TESAURO

CRONOLOGÍA

ARCHIVO F.X.

MÁQUINA P.H.

LA INTERNACIONAL

PEDRO G. ROMERO

A

B

C

D

E

F

G

H

I

J

K

L

M

N

O

P

Q

R

S

T

U

V

W

X

Y

Z

#

Objet trouvé

Julio de 1936. Crucifijo destrozado. Sadismo deicida. El Arenal. Ávila. Por Ávila y Toledo, iconoclastas y mártires. Padre Teodoro Toni. Edita El Mensajero del Corazón de Jesús. Imprime Escuelas Gráficas de la Santa Casa de la Misericordia. Bilbao, 1937. Foto Luis Yoldi.

 

Julio de 1937. Pierna desmembrada de una estatua de Goethe [1]. Haus der Kunst, Múnich. Entartete Kunst. Parte de una obra merz de Kurt Schwitters [2]. Reichminister für Volksaufklärung und Propaganda. Stadtarchiv München, Historisches Bildarchiv. 1937. Foto Huhle.

______________________

Se les vio jugando con el cáliz como si fuese cubilete de dados y apostando con las hostias consagradas como si fuesen monedas.

 

El nombre merz alude a un fragmento de papel donde estaba escrita la palabra alemana Kommerz, de Kommerz Bank.

______________________

En la ermita del Santo Cristo de la Expiración fusilaron primeramente la imagen del Santo Cristo crucificado y después lo destrozaron del modo más horrendo. En la cruz quedaron colgadas las extremidades de los pies y manos; el busto rodó deshecho, y la cabeza desgajada presentaba intacto el rostro con unos ojos de mirar penetrante que llegaron a infundir miedo al primero que intentó dispararle su fusil. No faltó luego un «majo», el más bruto del pueblo y «sargento de milicianos» –según me aseguran los testigos– que, disparando por su boca de infierno blasfemias, arrojó al Santo Cristo al suelo, dejando mellado su pecho. Lo que sucedió después se podrá calificar de casual. Pero el hecho es que a los pocos días al desventurado blasfemo se le disparó la pistola y vino el proyectil a darle en el mismo sitio donde había quedado lastimada la sagrada imagen. En el hospital del Arenal tuvo que curarse bastantes días.

 

Una especie de museo personal, donde los objetos expuestos y las salas de exposición son componentes indisociables de una misma obra de arte, pacientemente elaborada y en construcción permanente. Como en el Ulysses de James Joyce [3], la vida se lanza en todas sus ramificaciones en el interior de la Merzbau. Había en la Merzbau, nominalmente, una serie de grutas: el tesoro centelleante de los Nibelungos, la casa de Kif o Kyffhausser con su mesa de piedra, la Gruta de Goethe que preservaba como eje y reliquia una pierna de una escultura de Goethe y gran cantidad de lápices usados hasta el fin por Schwitters, la ciudad sumergida de la unión del personal de la Braunschweig-Lüneburg, la exposición de arte de la región del Ruhr, el órgano (que era necesario voltear de izquierda a derecha para poder continuar el recorrido por la Merzbau), la gruta del amor, la Señora Chichí de la Vida, etc. Estas grutas, pormenores de la gran construcción, eran a veces tan espaciosas que permitían permanecer en ellas de dos a tres personas simultáneamente. Todo construido con materiales desechados, previamente destruidos por la sociedad. Paradójicamente, durante la Segunda Guerra Mundial esta su primera Merzbau fue destruida por los bombardeos aliados.

______________________

La costumbre, por ejemplo, de utilizar cíngulos y estolas como cintos, de llevarse los objetos sagrados para usarlos como pertrechos de cocina. No era tanto por esa reutilización despiadada sino por el desprecio con que se entendía su uso. Las patenas servían a menudo para defecaciones y eso no era una utilidad característica de la forma del objeto. Propiamente entonces podemos hablar en estos casos de martirio de las cosas aunque no estemos ante su destrucción o su quema. Tampoco hablamos en estos casos de un uso económico, ni se vendían ni se compraban. Se trataba de recordar en su uso cotidiano y con continuas vejaciones la voluntad desacralizadora de sus actividades.

 

El objet trouvé fue introducido por Kurt Schwitters en las artes plásticas como medio de configuración artística en conexión con el collage merz y la estructura merz. Con este concepto se definen los productos de desecho, sin valor alguno, encontrados casualmente, a base de los cuales Schwitters componía sus collages y sus assemblages: etiquetas, cerillas, tapones de botellas, productos metálicos y textiles, alambres, etc. A partir de Schwitters el objet trouvé es un componente esencial del arte objetual, que se ha impuesto principalmente a través del pop art y del nuevo realismo. En este sentido, Jean Tinguely [4] construye sus aparatos cinéticos, composicionalmente equilibrados, a base de objets trouvés procedentes de los cubos de basura. Los montones de latas de sopas Campbell, al igual que los Brillo-cartons del artista pop norteamericano y productor de superstars Andy Warhol [5], son objets trouvés de civilización moderna que, al ser elevados a obras de arte, experimentan un distanciamiento irónico-crítico con respecto a su mecanismo consumista.

______________________

El aliento que nos daban sus palabras. No importaban los destrozos. Con el padre, de origen italiano, apenas hablábamos. Reconstruimos una cruz con algunas astillas y el cuenco que formaban unos cristales rotos nos sirvió de cáliz. El padre cerró la puerta y se volvió hacia nosotros. En recogimiento, empezamos nuestra primera misa en latín.

 

Lo más común es usarlo en francés. Objet trouvé, que por cierto se usa también en inglés. Es raro encontrarte found art, porque en realidad es una mala traducción, no es que la obra de arte sea la encontrada sino, como bien dices, se crea a partir de objetos encontrados que lo mismo pueden ser un hueso, papeles, que una botella o un pedazo de madera.